Aledinamarca

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Estando en tierras lejanas de su país Vasco, precisamente en Salta, Argentina, el padre Madina recibe la noticia de la muerte de su madre. Ante la imposibilidad de viajar a despedirla, decide hacerlo por medio de la oración del Padre Nuestro, que ella le enseñó en su lengua materna, el Euskera. Así compone esta partitura memorable.
Aita Gurea o Padre Nuestro es una obra de una densidad conmovedora.

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